La mar de l’Ebre, 365 días para disfrutarla

En la mar de l’Ebre siempre es temporada alta. Su sugerente oferta gastronómica y su deslumbrante belleza nos permite gozar todos los días del año de esta tierra tan especial.

Hoy he tenido la suerte de disfrutar una comida muy especial en el Restaurant Xerta de Barcelona, donde se han presentado las Jornades Gastronòmiques de la galera de les Terres de l’Ebre. Un menú magnífico y sabroso que tenía como protagonistas a los frutos del mar y a los vinos de la D.O. Terra Alta como acompañantes de excepción.

 

100% galera, 100% Garnatxa blanca

No hay que añadir nada más, toda una invitación a disfrutar al 100%. Mañana arranca la décima edición de las Jornades Gastronòmiques de la galera de les Terres de l’Ebre.

Entre el 10 de febrero y el 12 de marzo los municipios de L’Ametlla de Mar, L’Ampolla, La Ràpita y Alcanar, villas marineras que mantienen vivas las tradiciones pesqueras, serán el escenario de estas jornadas gastronómicas que este año cumplen su décimo aniversario.

No hay duda de que la unión hace la fuerza, y esta propuesta a cuatro voces no solo fortalece al sector terciario, es una firme apuesta para consolidar y revalorizar el sector primario de la zona, en este caso promoviendo la actividad pesquera, vital para la economía de la zona, poniendo en valor un producto de siempre, la galera

Un total de cuarenta y cuatro restaurantes ofrecen un menú con la galera como protagonista y maridado con los vinos de la D.O. Terra Alta. Una oportunidad magnífica para disfrutar de una escapada gastronómica hibernal a las Terres de l’Ebre.

Puedes consultar la lista de los restaurantes que participan en estas jornadas y los menús AQUÍ.

También han organizado un concurso de fotografía en Instagram. Compartir tu experiencia, puede tener premio. En la página web de les Terres de l’Ebre encontrarás toda la información.

l’HORTA restaurant

Hace unas semanas estuvimos en l’HORTA restaurant, el restaurante que Jordi Coromina tiene en Tavertet. Sentarse en su mesa es entregarse a la aventura que Jordi te proponga ese día, una aventura llena de color y sabor. No tiene una carta fija y elabora un menú estacional con los productos de temporada, la mayoría procedentes de su huerto. El menú nunca es exactamente el mismo, la huerta es la que manda y Jordi, con sabiduría y sencillez, se adapta a lo que la tierra le da.

David d’Haro fue el encargado de introducirnos, con desenfado y precisión, en este mundo tan particular rebosante de vegetales y fermentados.

Cada uno de los platos del menú, desde los aperitivos hasta los postres, fue único y excepcional. Interpela en cada propuesta a tu curiosidad y la comida se convierte en un juego muy serio magistralmente dirigido por él. El placer, la sorpresa y la alegría no te abandonan en toda la comida. Sin duda el menú degustación más atrevido, armonioso y coherente que he probado en mucho tiempo. Una sencilla (en apariencia) sinfonía de colores, texturas y sabores. Platos jugosos y honestos, sin disfraz.

Las fotos no hacen justicia, pero os lo quiero contar.

Aperitivo de boniato y nabo fermentados. Así, todo queda claro desde el principio. Y aquí ya nos ha cautivado. ¡Empieza la fiesta!

Bleds (Chenopodium álbum) en salsa de mantequilla y setas. Una salsa que es más bien un jugo ligero, perfumado y delicado, como las que disfrutaremos en todos los platos.

Longaniza elaborada por ellos, con una parte de carne de jabalí y una grasa que quita el sentido.

Guisantes con alcachofas y tupinambo.

Patata con moixernons (Calocybe gambosa) y nueces.

Tempeh de almendra con colmenillas y ajos tiernos.

Caballa marinada con espárragos y flor de rúcula.

Rabo de ternera con habas y hoja de ajo silvestre.

Los dulces me gustan, pero me apasionan los postres elaborados con fruta. Los postres nos depararon maravillosas sorpresas.

El primero fue una crema de zanahoria fermentada con helado de guisante, yogur y aceite.

El segundo, unas fresas con ruibarbo, brotes tiernos de pino y salsa de brotes de pino.

Los petits fours de la sobremesa y las patatas chips con chocolate fueron el punto final perfecto, pero yo ya estaba en ese momento más allá del bien y del mal, y en el paraíso no se hacen fotos 😉

No me he olvidado de los vinos, no. La carta vinos de l’HORTA es muy divertida y atrevida. La mayor parte de los vinos de la carta (si no todos) son vinos naturales, procedentes de bodegas pequeñas y, en buena parte, biodinámicas. Una carta totalmente en armonía con las propuestas de Jordi.

Abrimos la comida con Orange censurat de Bodega Clandestina, un vino de Cariñena Blanca con cinco meses de crianza en ánfora.

Le siguió Daterra Portela do Vento Tinto 2019, un vino de Ribeira Sacra elaborado por con Mencía y Garnacha Tintorera.

Y cerramos la comida con las divertidas y sabrosas burbujas de El Torrent de la Bruixa, un vino espumoso de Macabeo, Parellada y Xarel·lo elaborado por Amor per la Terra y David Baixas.

Merece la pena una escapada a Tavertet. Disfrutar de un paseo por este pueblo, con un entono natural privilegiado, y sentarse sin prisas y con todos los sentidos despiertos a la mesa de Jordi.

Gracias Jordi por decidir ser así. Gracias David, “el millor cambrer del món” (en sus propias palabras :-), por hacernos sentir como en casa. Gracias Francesc y Alba por proponernos esta aventura y por ser mi memoria para redactar esta aventura gastronómica.

Hisop

Pronto hará un año que fuimos por primera vez a comer a Hisop, el restaurante de Oriol Ivern Bondia.

Cada vez que he estado en Hisop he querido hablaros de él, pero no siempre encuentras el momento. La semana pasada volvimos, la excusa, probar el menú de verano. Esta vez, os lo voy a contar.

Sobre Oriol y su restaurante se ha escrito mucho y bien. El artículo en La Vanguardia de Cristina Jolonch o el de Albert Molins en Bon Viveur son dos ejemplos, bien diferentes pero que se complementan a la perfección para que podáis haceros a la idea, si aún no lo conocéis, de cómo son Oriol y su cocina.

Pasearme por su página web y ver la atención que dedica a su equipo fue motivo suficiente para decidir, por fin, hacerle una visita, aunque no negaré que la carta también influyó ;-).

No soy muy fan de los menús degustación. Cada vez que me he decidido a pedirlos en un restaurante he salido decepcionada: o bien todos los platos me parecieron muy similares, o el menú me resultó excesivo o, en muchos casos, carente de armonía. Pero nada de esto sucede con el menú propuesto por Oriol, que es rico, equilibrado y afinado. Cada preparación tiene su personalidad y cada plato da pie al siguiente de forma natural y armoniosa. El menú es una sinfonía de aromas, texturas y sabores, delicada y alegre. Disfrutas cada plato. Ya hemos estado cuatro veces, y la verdad es que aún no hemos comido nunca de carta, porque con cada nueva estación ha sido imposible resistirse a la tentación de descubrir las nuevas propuestas del menú degustación.

Oriol es una persona cercana, sencilla y generosa. Tranquilo y apasionado, curioso y aventurero en la cocina, siempre tiene un momento para estar contigo y compartir sus pasiones y conocimientos. Sentarse a su mesa es disfrutar y aprender mucho.

El equipo de sala, formado por Carmeta Torrents, Sophie Glossin y Mireia Andreu, es realmente excepcional.

Ellas hacen aún más especial cada plato. El mimo que muestran por los vinos, la sencillez con que te aconsejan y la cordialidad en el trato, hacen que cada visita a Hisop sea única.

 

Menú desgustación de verano

 

con aceite y pan se inicia el festín

 

mejillones de roca con calabaza y coco

 

anguila con almendra tierna y wasabi

 

suquet de cigala con senderuelas (las cabezas a la brasa, que no están en el menú, fueron una deliciosa sorpresa)

 

flor de calabacín con conejo en escabeche y macis

 

merluza con berenjena blanca y rebozuelos

 

meloso de ternera con acelgas y caviar

 

quesos (fotografía cortesía de Oriol 🙂

 

el vino para este festín

 

melocotón con hierba luísa y timut

 

sandía con apio y perrins

 

el café nunca viene solo

 

 

Como veis, un verdadero festín. Hasta mediados se septiembre tendrá el menú de verano en carta. ¿Qué nos deparará el de otoño? ¿Renunciaré al menú para hincarle el diente a la carta?

 

 

Posdata

Bajar a Barcelona es siempre una excusa para dar un largo paseo y cada vez descubres cosas. En esta ocasión descubrimos una tienda preciosa en la calle Enric Granados,

y no pude resistir la tentación de llevarme a casa estos manteles de algodón y este bonito y antiguo plato hecho en Sao Pedro do Corval.

al marge. Vins i cuina amable

 

Hoy me urge hablaros de un descubrimiento en Badalona. Ayer fui a cenar a al marge, un restaurante recién abierto en el centro de esta ciudad, y del que tuve conocimiento gracias al artículo que escribió Philippe Regol el pasado 18 de diciembre.

Hacía tiempo, ayer lo comenté en las redes, que no disfrutaba tanto comiendo. Tomo aire, calmo mi entusiasmo y os cuento.

Nada más llegar, nos sentimos como en casa. La acogida es cariñosa y alegre (no pasa mucho). El trato es, desde el primer momento, cortés y cercano. La decoración del local, sobria y elegante, hacen que el restaurante sea muy acogedor.

Al cabo de un rato de estar sentado en la mesa, caes en la cuenta de que la temperatura ambiente es perfecta y el volumen de la música es un arrullo cálido, en fin, que sonríes con la certeza de que la noche va a ser una maravilla.

Mientras esperamos a Marc apetece una cañita (Catalan Brewery, de Badalona), y pido la carta de vinos, para empezar a descubrir qué nos ofrecen.

Os confieso que me emocioné, y no solo porque la carta contenga casi 200 propuestas, todas apetecibles. Los precios de la carta están muy ajustados. Vinos de calidad a precios asequibles… y cerca de casa… sin duda somos muy afortunad@s. En su página web podéis consultar tanto la carta de vinos como la de la comida, así que no voy a hablaros de cosas que podéis descubrir vosotr@s. La carta de vinos, aunque extensa, es clara y de fácil lectura, otra virtud no muy corriente.

La oferta gastronómica del restaurante es reducida pero sabrosa. ¡Hubiera escogido todos los platos! Y de nuevo más sorpresas. La vajilla es sencilla, discreta y bonita.

Los platos son sabrosos y las raciones, suficientes. Su cocina es honesta y directa, de un gran respeto por el producto y por el comensal.

 

Curiosamente hoy Cristina Jolonch habla en La Vanguardia de él.

al marge no es que sea una rara avis en Badalona, lo es en muchos quilómetros a la redonda. Os aseguro que, si vais, no os defraudará, y, además, vais a disfrutar de verdad.

Por cierto, que acabamos con un dulce festín. Amantes del vino dulce, este es también un pequeño paraíso para nosotr@s.

Espíritu Vilarnau

Esta es la historia de un flechazo, de una bodega con personas muy especiales al frente, de una bodega que elabora unos cavas y vinos excepcionales, de una bodega que mima a sus visitantes y a sus clientes. Pero vayamos poco a poco.

En septiembre del año pasado el grupo González Byass hizo una encuesta online sobre turismo, muy centrada en el turismo del vino, y decidí participar. Habían varios premios para sortear entre los participantes, pero eso no fue lo que me llevó a responder la encuesta. Me chifla viajar, y si alguien hace una encuesta sobre turismo, para mi es importante participar, porque es una de las pocas maneras que tengo de hacer llegar mis opiniones a las personas que trabajan en este sector, y todo lo que sirva para mejorar la oferta turística, en este caso enoturística y enogastronómica, me parece importante. Completé el cuestionario y me olvidé.

Y… ¡sorpresa! Me comunican que me ha tocado una visita a Cavas Vilarnau. Me hizo mucha ilusión, no conocía la bodega y me apetecía mucho el premio. La primera persona en la que pensé fue en Eva Plazas Torné, enóloga de la bodega. Con Eva hemos coincidido en algunas catas, y siempre me ha gustado estar con ella. Nunca le falta la sonrisa y siempre tiene unas palabras amables, así que la posibilidad de coincidir con ella en su entorno de trabajo me apetecía.

Quien se puso en contacto conmigo fue Maria Baró Ministral, la persona encargada del enoturismo de Caves Vilarnau. Desde el principio todo fueron facilidades. Ella me proponía una jornada diferente, que empezaba con una paseo entre viñas con segway, continuaba con una visita a la bodega y finalizaba con una cata de cavas acompañada de un aperitivo km0. Aquí empezaron nuestra negociaciones. Me encanta caminar, y no veo la necesidad de hacer una visita motorizada a las viñas. Si algo tienen de especial para mi las viñas es la tranquilidad, el silencio, la oportunidad de conversar sin prisas en un entorno privilegiado. Maria lo entendió, y cambiamos los planes. La verdad es que Maria se encargó de que todo fuera a la perfección. A las personas que no tenemos vehículo propio, el enoturismo se nos hace más complicado, especialmente cuando las bodegas están en lugares alejados de los medios de transporte públicos. Este era el caso, y nos facilitaron transporte hasta las viñas.

Una mañana de octubre aterrizamos en Cavas Vilarnau. Sin duda íbamos a estar bien. La bodega, como podéis ver, es preciosa, y está en un entorno extraordinario.

La primera alegría del día fue conocer a Maria. Alegre y comunicativa, Maria hizo que de inmediato nos sintiéramos como en casa. Nos anunció que también nos habían hecho una reserva en un restaurante de Sant Sadurní d’Anoia, y que nos acompañaría todo el día, si no nos importaba, Damià Deàs, enólogo y gerente de Caves Vilarnau. Y apareció Damià. Hablamos y hablamos, y paseamos hasta un lugar con un mar de viñas a nuestros pies, en que nos esperaba un pequeño aperitivo y una botella de Vilarnau Brut Reserva Rosé. Y allí se detuvo el tiempo, entre viñas, burbujas y conversaciones.

Eva, que estaba muy ocupada atendiendo a unos clientes, encontró un momento para escaparse y venirnos a saludar. Al cabo de un buen rato apareció Maria, que se quedó sorprendida de que aun no hubiéramos paseado entre viñas. Teníamos que ponernos en marcha. Ya no había tiempo de dar ese paseo, aunque no lo necesitábamos, porque las conversaciones distendidas son también bellas paseatas. Era el momento de visitar la bodega. El día aún nos deparaba sorpresas. Camino a la bodega de nuevo detuvimos nuestro paseo, esta vez para contemplar a un Bernat pescaire (Garza real). Son pequeños momentos que invitan a la contemplación y a la maravilla. Instantes que rompen lo planeado para recordarte, en este caso, que una visita a una bodega no es solo una visita a una bodega.

Visitar la bodega de la mano de Damià fue un lujo. Aprendí mucho, y eso no siempre pasa.

Y disfruté con esa oscuridad fecunda y de gran belleza que hay en muchas bodegas.

Nos despedimos de la bodega, y de Maria, en la tienda, repleta de tentaciones, no sin antes probar algunos de sus vinos y cavas.

Fuimos a comer con Damià al restaurante La cava d’en Sergi, en Sant Sadurní d’Anoia.

Sergi elabora una cocina de mercado, centrada en el producto de temporada, una cocina creativa y moderna, con hondas raíces en la cocina tradicional. Si estáis en Sant Sadurní, tenéis que sentaros a su mesa. Os aseguro que disfrutaréis de lo lindo.

Como sucede siempre, el final de un día en una bodega es el inicio de muchas cosas más. Maria me regaló una botella de Els Capricis Xarel·lo Castanyer 2016, un vino muy especial para el que cociné algo muy especial, pero de eso hoy no os voy a hablar. Estoy preparando una entrada para la sección Armonías en la mesa, que va a hacer vuestras delicias.

Damià y Maria hicieron que ese día fuera muy especial. Hacía tiempo que no disfrutábamos tanto de una visita a una bodega. Damià es un conversador excelente, como A., y todo el tiempo que pasamos juntos fue poco. Siempre está bien dejar conversaciones en el tintero. Desde esa visita he vuelto a coincidir con Maria dos veces, siempre entre garnachas, y cada encuentro ha sido mejor.

Si tenéis la ocasión, visitad Cavas Vilarnau. Y sobre todo, no dejéis de probar, siempre que tengáis la oportunidad, sus cavas, unos cavas, repito, excelentes.

Menja’t Vilanova

Desde el día 20 de marzo que no os cuento nada en el blog. Ha sido un fin de curso duro y apasionante, y ahora ya he acabado. ¡Qué ganas tenía de retomar el blog! Tengo una larga lista de espera de cosas que os quiero contar, pero como me suele pasar, la necesidad de hablar de lo inmediato, si lo he vivido apasionadamente, se impone. Hoy os traigo una crónica viajera y una deliciosa receta de pescado.

El viernes pasado pude disfrutar de una día maravilloso en Vilanova i la Geltrú, y os lo quiero contar. Estamos en verano, el momento perfecto para escaparse unos días a Vilanova y descubrir esta ciudad y su gastronomía. El encuentro del viernes lo organizó Menja’t Vilanova, un grupo de restaurantes y empresas de Vilanova i la Geltrú que apuesta por el producto de proximidad y de calidad, con el apoyo de Vilanova Turisme.

El all cremat (ajo tostado) fue el sugerente y aromático motivo de este encuentro. Pero tanto antes como después de degustar este plato, profundamente arraigado en la cocina marinera vilanovina, pasaron muchas cosas. Os lo cuento a modo de crónica fotográfica.

Tras una madrugada tormentosa, el día amaneció radiante, tanto en Badalona como en Vilanova.

A las diez de la mañana nos embarcamos y disfrutamos del privilegio de contemplar la ciudad desde el mar, y de dos horas de conversaciones al arrullo del Mediterráneo.

Una vez en tierra visitamos el Espai Far. De verdad que no os podéis perder esta visita. El Espai Far, un lugar precioso, consta de dos espacios: el Museo del Mar y el Museo de las Curiosidades Marineras. El Museo del Mar tiene la finalidad de dar a conocer la historia marinera de Vilanova y de su población. La importancia de los testimonios orales hacen de él un lugar muy especial. Marta, nuestra guía, fue una Cicerone de excepción.

El Museo de las Curiosidades Marineras es una puerta de entrada a un mundo precioso, poblado de criaturas fantásticas, en donde durante unos minutos todo es posible,

incluso un millón de granos de arena de la playa de Vilanova dentro de una botella de poco más de 6 cm de altura.

Foto de Ester Bachs.

Y por supuesto, con un espacio dedicado a la carpa Juanita.

Y llegó el momento de probar el All cremat de verat (caballa) que cocinan en La Pepa Jaleo. Tras visitar su web y ver la comida que nos prepararon, seguro que no podéis resistir la tentación de sentaros a su mesa. Fue un verdadero placer tener con nosotros y poder conversar con David Reig, Chef Asesor en Grupo Genil.

Ese viernes la sobremesa la hicimos en la Llotja de peix de Vilanova. Fue un verdadero lujo asistir a la subasta de pescado, una experiencia única y algo hipnótica: precios bailando, restauradores, pescateros y distribuidores pujando, pescadores atentos, timbres, papeles cayendo. Ha sido una de las sobremesas más instructivas de mi vida.

La receta: All cremat

Contagiada por la fiebre desatada por la campaña de Menja’t Vilanova, decidí hacer un all cremat para cenar. Siempre hago la misma receta, un rape a l’all cremat, receta de la Escuela de Hostelería de Barcelona, que leí hace mucho tiempo en una revista, y que un día os contaré. Pero quería hacer un guiso con caballa, y lo encontré en el libro Fem cuina amb en Jaume Pastallé, de Editorial Planeta. Jaume Pastallé despertó en mi el gusanillo de la cocina, y recuerdo con mucho cariño sus programas. En esta época de tanto postureo, echo mucho de menos esa forma intensa y sincera de disfrutar con la comida.

Esta receta puede hacerse con otro tipo de pescado, siempre que sea de carne firme, para que aguante la cocción.

Ingredientes para 4 comensales

1,5 kg de caballa, 4 dientes de ajo, 1 tomate maduro, ¾ de patatas, 1 dl de aceite de oliva, pimienta negra recién molida y sal

Preparación

En una cazuela, ponemos el aceite a calentar, y cuando esté bien caliente, incorporamos los ajos cordatos muy pequeños, y los sofreímos hasta que queden muy dorados, casi quemados. Añadimos el tomate rallado (o picado muy pequeño) y continuamos la cocción hasta que el sofrito tenga un color marrón.

Cubrimos el sofrito con agua (un litro aproximadamente), añadimos las patatas peladas y cortadas a dados y lo dejamos hervir, con la cazuela tapada, entre 10-15 minutos, hasta que las patatas estén casi tiernas.

A continuación añadimos el pescado salpimentado y cortado a trozos y continuamos la cocción, a fuego vivo, hasta que el pescado esté en su punto.

Para acompañar esta delicia escogimos un vino muy especial: El Primer Cop de Cor 2014, un vino 100% Macabeu de AT ROCA, de la DO Penedès, un vino dedicado y a beneficio de la Associació Vi per Vida.

La campaña de l’All Cremat acaba el domingo día 9, así que si tenéis la oportunidad, acercaros a Vilanova i la Geltrú a pasar el día y aprovechad para probar los guisos de pescado que nos ofrecen cualquiera de los restaurantes de Menja’t Vilanova.