Mediterráneo, el festín

Pocas cosas hay más deliciosas que preparar un festín al aire libre, quizás asistir a uno de invitad@

A lo largo de estos años he preparado varios festines griegos, siempre coincidiendo con estaciones del año en que la amabilidad del tiempo permite disfrutar de un pequeño banquete en la terraza. Si os gusta la cocina griega, seguro que os encantarán las propuestas que os hice en Verano griego, Otoño griego y Viaje a Grecia: dos mezedes y una cerveza.

El viernes pasó esto

Así que he decidido compartir con vosotros mis dos recetas de Moussaká preferidas, recetas que podéis encontrar en estos Libros de cocina griega.

Òlbia’19, el monovarietal de Syrah de Vins de Taller, le fue de perlas a esta lasaña de berenjenas.

Os dejo con el inicio de un divertidísimo capítulo de Mi familia y otros animales, de Gerald Durrell.

Capítulo 18

Un número de animales

     Toda la casa era un hervidero de actividad. Grupos de campesinos, cargados con cestos de hortalizas y racimos de gallinas estridentes, se aglomeraban en la puerta de atrás. Spiro llegaba dos, hasta tres veces al día con el coche abarrotado de cajas de vino, sillas, mesas plegables y paquetes de comestibles. Las Gurracas, contagiadas de la animación reinante, aleteaban de un lado a otro de la jaula, asomando la cabeza por entre la tela metálica y emitiendo roncos y sonoros comentarios al bullicio. Margo yacía en el suelo del comedor, rodeada de enormes pliegues de papel de estraza sobre los cuales iba dibujando grandes murales con tizas de colores; en el cuarto de estar, Leslie, rodeado de montañas de muebles, calculaba matemáticamente el número de sillas y mesas que la casa podría albergar sin hacerse inhabitable; en la cocina, Mama (asistida por dos chillonas muchachas del campo) se movía en una atmósfera semejante al interior de un volcán, entre nubes de vapor, fogones chispeantes y el dulce bufido y borboteo de las ollas; los perros y yo vagábamos de aquí para allá ayudando en lo que pudiéramos, dando consejo y echando una mano en general; arriba, en su alcoba, Larry dormía beatíficamente. La familia, en suma, preparaba una fiesta.

     Como era costumbre entre nosotros, lo habíamos decidido de improviso y sin otro motivo que un impulso repentino. Rebosante de sentimientos fraternales, la familia había invitado a todas las personas que recordaba, sin exceptuar a algunas a quienes detestábamos cordialmente. Todos nos lanzamos a los preparativos con entusiasmo. Como era a principios de septiembre, decidimos darle el calificativo de fiesta navideña, y para evitar que la cosa resultara demasiado formal invitamos a los participantes a almorzar, merendar y cenar. Ello suponía la elaboración de cantidades ingentes de comida, y Mamá, armada de una pirámide de recetarios desencuadernados, desapareció en la cocina para pasarse allí las horas muertas. Si por acaso salía, con las gafas empañadas de vapor, era casi imposible mantener con ella una conversación que no versase exclusivamente sobre comida.

     En las raras ocasiones en que el deseo de recibir invitados era unánime, lo habitual era que la familia empezara a organizar las cosas con tanta antelación y tales ímpetus que al llegar el día señalado solíamos estar todos exhaustos e irritables. Ni que decir tiene que nuestras fiestas nunca se desarrollaban según lo previsto. Hiciéramos lo que hiciéramos, siempre había algún obstáculo de última hora que cambiaba las agujas de posición y lanzaba nuestros minuciosos planes por una vía totalmente distinta de la esperada. Pero al cabo de los años nos habíamos acostumbrado, y gracias a eso no naufragó nuestra fiesta navideña, casi completamente invadida por los animales. Todo empezó de la manera más inocente, con unos peces rojos.

Viaje a Grecia: dos mezedes y una cerveza

Sirenas – Odisea, de la serie “Antigüedades”, de Gaitis Yannis (1923-1984). Fuente: National Gallery – Alexandros Soutzos Museum.

El 29 de noviembre del año pasado hice un menú para una de las cervezas de la selección de Birrabox. Os explicaba cómo los conocí, la propuesta que me hicieron y os invité a un sabroso Viaje a Tailandia con Birrabox.

Desde entonces tengo pendientes dos viajes gastronómicos más. Hasta ahora no he tenido tiempo de retomar estos menús, y hoy tenía ganas de un viaje por Grecia… ¡hay que alargar las vacaciones como sea!

¿Quién puede resistirse a unos mezedes? Y menos aún si van acompañados de Fix Hellas Dark, una cerveza tipo Schwarzbier que le va de maravilla a los mezedes que os propongo.

Mi viaje gastronómico, como casi siempre, empezó entre las páginas de un libro: La cocina de Vefa, de Phaidon, esta vez acompañado con la música, porque no hay viaje sin música, de The Essence Of Charlie Parker.

Estos son los mezedes que escogí para Fix Hellas Dark:

  • Keftedes me kitrino kolokithi (Buñuelos de calabaza)
  • Kroketes titiou (Croquetas de queso)

¿Me acompañáis en este delicioso viaje?

 

Keftedes me kitrino kolokithi

Buñuelos de calabaza

Ingredientes

para 20-25 buñuelos

  • 1 kg de calabaza pelada y rallada
  • 150 g de espinacas picadas finas
  • 3-4 tallos de ajo fresco picados finos o 1 diente de ajo pequeño picado fino
  • 4 cebolletas picadas finas
  • 5 cucharadas de eneldo fresco picado fino
  • 5 cucharadas de hojas de hinojo picadas finas
  • 4 cucharadas de hojas de menta fresca picadas finas
  • sal y pimienta
  • 3 huevos ligeramente batidos
  • 250 g de queso feta desmenuzado (o un queso suave rallado)
  • una pizca de comino molido
  • una pizca de canela molida
  • 100 g de pan rallado
  • harina (para rebozar)
  • aceite de oliva (para freír)

Preparación

Poner la calabaza en un escurridor, salar y dejar escurrir 1-2 horas. Estrujarla con las manos para eliminar el máximo de líquido posible.

En un cuenco, mezclar las espinacas, el ajo, las cebolletas y las hierbas frescas, salpimentar al gusto y amasar ligeramente.

Añadir la calabaza, el queso, los huevos y las especias, e ir incorporando el pan rallado hasta conseguir una mezcla fina y maleable. Dejarla enfriar en la nevera 30 minutos.

A continuación hacer bolitas con la mezcla, rebozarlas en harina y aplanarlas con las palmas de las manos.

En una sartén de fondo grueso, verter 2 dedos de aceite, calentarlo y freír los buñuelos por tandas a fuego medio unos 5 minutos o hasta que se doren por ambas caras. Retirar y escurrir sobre papel de cocina.

Puedes tomarlos tanto fríos como calientes, acompañados de tzatziki (ver receta más adelante), salsa de ajo o salsa de berenjena. También puedes hacer una salsa de yogur sencilla aliñando un yogur bien batido con ajo majado, aceite y una pizca de sal.

 

Kroketes titiou

Croquetas de queso

Ingredientes

para 30 croquetas

  • 700 g de queso kaseri o gouda rallado
  • 2 cucharadas de harina
  • 3 claras de huevo ligeramente batidas
  • ¼ de cucharadita de pimienta blanca molida
  • aceite de oliva (para freír)

Preparación

En un cuenco, mezclar el queso, la harina, las claras y la pimienta.

Dejar la mezcla en el frigorífico hasta que esté espesa y maleable. Si queda demasiado blanda y pegajosa, añadir queso rallado hasta conseguir la consistencia adecuada para poderla manipular. Tomar cucharadas de la mezcla y amasar con las manos formando bolitas pequeñas (en esta fase las croquetas pueden conservarse en el frigorífico o congelarse hasta su uso).

Puedes rebozar las bolitas en huevo y luego en pan rallado, así conservarán mejor su forma.

En una sartén con el aceite bien caliente freír las croquetas, dándoles la vuelta varias veces, hasta que estén bien doradas. Retirar con una espumadera y escurrir sobre papel de cocina. Servir calientes.

 

Tzatziki

Cortar un pepino en láminas muy finas, colocarlas en un escurridor, salar con moderación y dejar escurrir dos horas. Estrujarlo con las manos para eliminar el máximo de líquido posible.

En un cuenco mezclar 750 ml de yogur (si es de tipo griego, mejor), el pepino, ¾ dientes de ajo picados finos, una pizca de sal y 3-4 cucharadas de aceite de oliva. Mezclar muy bien y conservar en la nevera hasta el momento de servir. Si lo deseas, puedes añadir 3 cucharadas de eneldo fresco picado.

 

El siguiente viaje gastronómico que nos espera es por Alemania, con Dinkelacker Privat. Pero eso será en otoño…

Juego en el Neuen See en Tiergarten, de Lesser Ury (1861-1931). Fuente: kreuzberged.com

Otoño griego

Intro-1

El blog nació, no hace más de tres meses, con un menú griego para celebrar la llegada del verano. Así que he decidido que el primer menú de otoño sea también un menú griego.

Este es el menú:

  • Berenjenas asadas
  • Pimientos rellenos de queso feta
  • Mejillones al vino, receta de Mikonos
  • Gratinado de gambas con pasta
  • Trufas de zanahoria
  • Higos y uva
  • Pan ácimo a mi manera

Este menú se compone de tres mezedes otoñales y un plato principal de pasta que hará las delicias de tus invitados. Y como no, de nuevo incluyo la receta del pan ácimo, por si os queda un poco de tiempo y queréis redondear el menú.

De postres propongo un plato de fruta de higos y uvas, y unas trufas de zanahoria, sorprendentes y muy originales.

Para acompañar los mezedes lo ideal es el ouzo. Un vino blanco o rosado es perfecto para la comida. De nuevo os recomiendo un Tsantali Retsina, que le va perfecto al menú, pero no dudes en acudir a cualquier bodega y que te aconsejen cualquier otro vino.

Como siempre digo creo que es muy interesante utilizar la mayor cantidad posible de productos griegos, así que insisto de nuevo en utilizar el aceite de oliva extra virgen Kalamata, originario del Peloponeso, afrutado e intenso, de muy baja acidez.

Ya solo tienes que poner un bonita mesa y disfrutar con tu pareja o tus amig@s.

καλήόρεξη! (Kalí óreksi!)

Haz clic en este enlace para bajarte el menú.

Otoño griego

trufas-de-zanahoria

Libros de cocina griega

LibrosPINT

Hoy tenemos menú nuevo en el blog, un menú griego de otoño. No será el último menú griego que haga, ¡me encantan los sabores de la cocina griega! Así que he decidido presentaros mis tres inspiraciones para la cocina griega.

La cocina de Vefa, Vefa Alexiadou. Phaidon, 2011. Es un libro hermoso que os aconsejo adquirir si tenéis la oportunidad. Edición impecable y cuidada, como todo lo que hace Phaidon, y un precio razonable. La autora es una gran gastrónoma y ha hecho un trabajo impresionante.

 Libro-1

Cocinas del Mundo. Grecia, Susanna Tee. Parragon, 2003. Un libro bonito y con recetas sabrosas. Precio más asequible que el anterior, pero es un libro con menos alma (y menos recetas).

 Libro-2

La cocina griega, Gilbert Wenzler. Susaeta, 1994. Este libro forma parte de la colección de la editorial Susaeta La cocina alrededor del mundo. Un libro práctico, económico y con recetas muy interesantes. Fue mi primer libro de cocina griega, así que le tengo mucho cariño.

Libro-3

Verano griego

Verano griego

¿Hay una manera mejor de recibir el verano que con una buena cena? A mi no se me ocurren muchas. Los niños vienen con un pan debajo del brazo (supongo que ahora es una wii), yo, según mi suegra, vine con una maleta (cariñosos reproches a mi alma viajera)… y este blog nace con un delicioso menú griego para la noche del solsticio de verano.

Este es el menú:

  • Feta con aceitunas
  • Ensalada de pimientos asados
  • Brochetas de mar
  • Brevas
  • Ciruelas al vino
  • Pan ácimo a mi manera

Acompaña el menú con abundante pan, de muchos tipos, ya que tanto la feta como la ensalada de pimientos, y como no, el aceite, lo piden a gritos. Como guinda al menú propongo una receta de pan sencillísima y muy buena. Se trata de un pan ácimo fino y crujiente que hará la delicia de los invitados.

La ensalada de pimientos y las ciruelas al vino puedes prepararlas el día anterior, o el mismo día de la cena por la mañana. Para el resto solo necesitarás 10 minutos dos horas antes de la cena y 40 minutos justo antes de servir la mesa (si no vas ha hacer el pan, con 20 minutos basta).

Sin duda un vino blanco o rosado es el mejor acompañamiento. Un Tsantali Retsina le va perfecto al menú, pero no dudes en acudir a cualquier bodega y que te aconsejen cualquier otro vino griego.

Como se trata de hacer una comida 100% griega, creo que es muy interesante utilizar la mayor cantidad posible de productos de este país. Siempre que sea posible se sugerirá algún producto en particular. Ahora hablemos de un ingrediente común en todas las recetas: el aceite. Grecia tiene unos aceites excelentes. Yo aconsejo para los platos de este menú un aceite de oliva extra virgen Kalamata, originario del Peloponeso, afrutado e intenso, de muy baja acidez.

Ya solo tienes que poner un bonita mesa y disfrutar con tu pareja o tus amigos.

καλήόρεξη! (Kalí óreksi!)

Haz clic en este enlace para bajarte el menú.

Verano griego