No es la primera ni será la última vez que comparta con vosotr@s recetas de este libro maravilloso. Estos días han sido días de prudentes reencuentros, emocionantes y muy especiales, y quise cerrar cada cena de una forma especial. Hice dos sorbetes, ambos deliciosos, así que he decidido publicar las dos recetas, sencillísimas, rápidas, sabrosas y muy muy muy refrescantes. El verano nos ofrece frutas maravillosas, y estos dos sorbetes la oportunidad de disfrutar de ellas de una forma diferente.
Aquí tenéis las recetas, tal cual están en el libro, aunque os voy explicando mis tuneos. Aviso, con la emoción de los reencuentros me olvidé de hacer fotos “bonitas”, pero en cuanto leáis las recetas vais a desear hacerlas 😉
Sorbete de albaricoque
Sorbetto d’albicocche
Ingredientes: 200 g de azúcar, 400 g de albaricoques deshuesados, 100 ml de agua y 2 cucharadas de ron blanco.
Mis tuneos: puse 150 g de azúcar, menos agua y prescindí del ron blanco.
Ponga el azúcar en una cazuela, vierta 100 ml de agua de agua y llévelo a ebullición sin dejar de remover hasta que el azúcar se disuelva. Hierva el almíbar 10 minutos sin remover,
añada los albaricoques y prosiga con la cocción 5 minutos más. (Mis albaricoques estaban muy firmes, así que proseguí la cocción 10 minutos más, hasta que quedaron blandos para poder extraer la pulpa al colarlos).
Presione los albaricoques a través de un colador de nailon dispuesto sobre un bol para tamizar la pulpa y mézclela con el ron. (Yo utilicé un colador chino y me fue de fábula). Páselo a un recipiente apto para el congelador y congélelo una hora, hasta que se espese. Pase el sorbete a un bol, bátalo bien 2 o 3 minutos, devuélvalo al recipiente y déjelo 2 o 3 horas más en el congelador. Sirva en boles individuales o vasos altos.
Sorbete de cereza
Sorbetto di ciliegie
Ingredientes: 300 g de cerezas maduras deshuesadas, 150 g de azúcar glass, 200 ml de agua y ½ cucharadita de esencia de almendra.
Mis tuneos: puse menos azúcar, mucha menos agua y no disponía de esencia de almendra.
Ponga las cerezas, el azúcar y la esencia de almendra en la batidora, vierta 200 ml de agua y tritúrelo bien. Páselo a un molde rectangular (el mío era redondo) y congélelo, removiendo 2 o 3 veces cada hora durante 2 o 3 horas. Saque el sorbete del congelador, repártalo entre 4 boles de cristal y sírvalo.