Una tarde de verano, os hablé de ella en Le Temps des Cerises, conocí a Maria. Entre risas y cerezas nos anunció que iba a empezar a trabajar en un restaurante. Estaba muy ilusionada con este nuevo trabajo, el horario era bueno, haría menús para currantes, y podía compaginarlo con su proyecto personal, Margarides y albercocs. Pero no conseguimos sacarle el nombre del restaurante en el que iba a trabajar. Si queríamos saberlo, tendríamos que esperar.
Tras presiones de todo tipo y una semana en la cocina, decidió que ya era el momento, y el 8 de septiembre por fin nos desvela el misterio: La Ramona.
Se desata la locura en las redes. Facebook y Twitter están que arden…
Empiezan a llegarnos las maravillas que se cocinan en La Ramona…
Pesos pesados de la gastronomía nos hablan en las redes de La Ramona y su nueva cocinera. El primero en hacerlo es En ocasiones veo bares, y a los pocos días se hace eco lahoradelbagel. Gastromimix también va a comer a La Ramona, y deja un mensaje muy especial.
¡Y por fin, el musical!
Ya era hora de visitar La Ramona, me moría de ganas de probar la comida de Maria.
Anthony Bourdain cuenta que cuando un maestro repostero se dedica a la cocina, crea una armonía envidiable en sus platos, ya que viene de practicar un arte de gran precisión. Este pensamiento de Bourdain me acompaña siempre que pienso en Maria. Y se confirmó cuando probé su comida.
Este es el menú que tenía La Ramona ese día.
De primero tanto A. como yo escogimos la coca de escalivada. Estaba riquísima.
También tenía buena pinta la ensalada de tomate, pesto y boquerones.
Las lentejas tenían que estar muy ricas, pero yo estaba encantada con mi coca y no pude hacer una foto del plato.
De segundo A. se pidió las judías con butifarra.
Yo no me pude resistir al atún en escabeche casero.
Y aquí es donde quiero hacer un alto. Carme Ruscalleda nos habla en uno de sus libros de la necesidad de no perder la técnica del escabeche en la cocina. Hace incapié en la importancia de suavizar las recetas de escabeches en una época en que se hacen, no ya como método de conservación, sino por el placer del sabor. Pués bien, todo esto es lo que me vino a la cabeza mientras disfrutaba de un escabeche suave y delicioso, con mucha cebolla (ventajas de que la cocinera conozca tus gustos). Una cebolla crujiente, refrescante y muy sabrosa. Y claro, tuvimos que pedir más…
Y nos quedamos con las ganas de probar el pollo a la cazuela con endrinas.
De postre A. escogió pastel de chocolate y yo de zanahoria.
Fue una muy buena comida, tanto por la calidad de los platos del menú como por el ambiente desenfadado y alegre que se respira en La Ramona. Y es que como ya habéis podido ver, Ángela y Cristina son de armas tomar.
Os tengo que confesar que lo que más me gustó fue ver a Maria trajinando en la cocina, con los movimientos suaves y precisos de quien lleva muchas horas trabajadas. Desde luego que volveremos, y volveré a sentarme dentro para verla danzar en su cocina.
Si no podéis ir a disfrutar de un buen menú a La Ramona, siempre podéis seguir en Twitter sus anuncios del menú. Y cada viernes tendremos musical. Estos son sus dos últimos musicales: Ramona Springsteen y Dirty Ramoning.
Solo hay una propuesta que les quiero hacer, y es.. ¿para cuándo una exposición en el CCCB de las fotos y vídeos de La Ramona?
Que buena pinta tiene la Ramona xD
¡Fantástico! Un menú hecho con sentido común y cariño y un ambiente gamberro y acogedor. Ya sabes, cuando vengas por aquí, parada obligada 🙂
Pingback: La Maria caçada amb les mans a l’escabetx… | Margarides i albercocs
Me gusta mucho el concepto «fórmula» para hablar de los menús en los restaurantes, es algo que debería popularizarse. Como también debería popularizarse el hecho de encontrar a personas que te cocinen con un plus de amor, con mimo, incluso en las fórmulas «al por mayor» del mediodía. Lugares así deberían tener el éxito asegurado si mantienen espontaneidad, rigor o espíritu de regeneración y de continuo aprendizaje. No juegan en la liga de las estrellas pero la tocan muy bien.
Fue un gusto de experiencia muy pero que muy recomendable a un precio popular. Buenísima cocina de barrio.
A ver si cunde el ejemplo
Nadie me había llamado antes «gordo» de una manera tan simpática. Ah! y yo lo vi primero, esos del bagel y enocasiones son superwelter a lo más, No te fíes de ellos o te llevarán al lado oscuro.
A mi también me gusta el concepto fórmula, además me recuerda a París, que fue el primer sitio donde lo vi… Tendré en cuenta tus consejos sobre esos elementos del lado oscuro 😉 Estoy muy contenta de haberte tenido paseando por aquí 🙂
Fantástico, se ve fenomenal. Y si además viene acompañado de tu mano, de David y de En ocasiones, es garantía seguro!. A ver si encontramos un hueco!!
Tienen siempre un buen menú. Si visitáis su Twitter cada media mañana, podéis ir a tiro fijo, y os reiréis un rato con sus presentaciones del menú :-). Jueves, paellita. Un beso a los dos.
Menudo homenaje os disteis! Tiene todo una pinta tremenda.
Dan ganas de ir a conocer la Ramona, nos lo has pintado que da gloria. 🙂
Cuando vuelvas a Barcelona (se que hace unos meses estuviste ;-), ¡vamos a La Ramona!:-)
Noooooo, yo no voy a Barcelona desde los 12 años. Pero va tocando una visita. Cuando Aixa sea algo mayor vamos! 😀
Ups! Me había parecido que habías estado en la exposición de los Vikings… 🙂
Qué va, pero me hubiese encantado 😉
Reblogueó esto en yofumoenpipa.
¡Gracias!