Antes de irnos de vacaciones Laura y yo decidimos volver a quedar para hacer algunas conservas. En esta ocasión se unió a nosotras Lourdes. Laura y Lourdes se conocen desde hace tiempo, las dos van a clases de danza del vientre. ¡Un día nos tendrán que hacer una demostración! Yo conocí a Lourdes una tarde y, como se entusiasmó tanto con nuestros proyectos culinarios, no dudamos en proponerle que se uniera a nosotras, y ni se lo pensó.
La idea era hacer higos agridulces, ideales para acompañar carnes, quesos o como aperitivo, pero ¡no encontramos brevas! Yo los hice hace dos años, me encantaron y Laura quería probarlos. Como tenía unas ciruelas riquísimas, recién cogidas del árbol, decidimos comprar unas pocas más y hacer una mermelada de ciruela.
También hicimos una confitura con albaricoques ¡estaban en su mejor momento! La confitura de albaricoques a la vainilla que preparamos es, como decía mi tieta, una cosa fuera de serie.
Aquí tenéis las recetas.
Confitura de albaricoques a la vainilla
(para 4 tarros de 375 g)
Ingredientes: 1 kg de albaricoques maduros, 3/4 kg de azúcar (no pusimos tanta), 1/4 l de agua, 1/2 vaina de vainilla
Lavar la fruta y partirla quitando el hueso.
En una olla o cazuela de acero inoxidable, preparar un almíbar disolviendo a fuego lento el azúcar con el agua. Añadir la vainilla, partida a lo largo. Cocer este almíbar 2 minutos.
Agregar la fruta y cocer a fuego lento durante 45 minutos, removiendo a menudo.
Mientras, esterilizar los tarros.
Llenarlos con la confitura recién salida del fuego. Llenarlos hasta arriba y tapar de inmediato. Darles la vuelta de forma que la tapa quede debajo. (Con este movimiento y el poco espacio y la temperatura que hay dentro del tarro, desaparece el poco oxígeno que había en el tarro y se hace el vacío.)
Cuando se enfríen, etiquetar lo tarros, con el nombre de la fruta y la fecha. Guardarlos en un lugar fresco, oscuro y sin humedades. Consumir antes de un año.
Mermelada de ciruelas
(para 3-4 tarros de 375 g)
Ingredientes: 1 ¼ kg de ciruelas variadas, 3/4 kg de azúcar (no pusimos tanta), el zumo de 1 limón
Lavar las ciruelas, escurrirlas, abrirlas y deshuesarlas.
Ponerlas en una cazuela amplia y cocerlas a fuego lento, añadiendo si es necesario, una pizca de agua, para que no se peguen.
Cuando se hayan ablandado (5-10 minutos), añadir el azúcar y mantenerlas a fuego lento, hasta que se disuelva. Añadir entonces la mitad del zumo de limón.
Cocer a fuego lento de 45 a 60 minutos. Agregar al final el resto de zumo de limón.
Para envasarlos, utilizar la misma técnica que se explica en la receta anterior.
Como siempre, después del trabajo vino la cena, y la sobremesa se prolongó hasta altas horas de la noche. De esa cena, la única constancia gráfica es la del postre, que Laura fotografió. Un invento que no estuvo nada mal, que llamé Tres texturas de mango, una variación de la mousse de frambuesas que le preparé a David.
Wow!, Wow!, Wow y Requetwowow!!
🙂
Esto no se hace…con el hambre que tengo !! 🙂
🙂 ¿Ya de vuelta a trabajo? ¡A ver cuando nos vemos!
Sí,he vuelto hoy…transitoriamente !! En un par de semanas nos vamos a Cerdeña unos días !! 🙂
¡Es verdad, Cerdeña!! ¡Qué envidia! Le tenemos unas ganas. Disfrutad mucho y ¡prueba muchos vinos!! 🙂
Gracias, ya os contaré !! 😉