Hemos celebrado la verbena de Sant Joan con Cesc y Anna. Cuando Cesc nos ofreció una cervecita le pedí algo para acompañarla, pensando que traería unas chips o una aceitunas, pero no, nos preparó un aperitivo que se inventó esa misma tarde. A Cesc le gustan los palmitos, a Anna no mucho, y estaba decidido a demostrarle que no son sosos.
¡Lo consiguió!
Pinchitos de palmito con queso y anchoas
Ingredientes: palmitos, queso para untar a las finas hierbas, anchoas.
Cortar los palmitos en cilindros de unos 2 cm de largo, lo justo para poderlos comer de un solo bocado. Sobre una de los lados del palmito distribuir un poco de queso y sobre el queso una anchoa.
A medida que hagáis los pinchitos colocarlos sobre un papel absorbente para eliminar los restos de agua.
Pasar a una bandeja de servir.
Consejos
1 Podéis utilizar el queso para untar que más os guste, todos quedarán buenos.
2 En el momento de servir, una vez colocados en la bandeja, rociar con un poquito de aceite de oliva y con pimienta recién molida.
3 Para que no bailen en la bandeja, ya que los cilindros se mueven de un lado para otro, hacer en la bandeja un lecho de brotes de ensalada o de berros.
4 Hablando se nos ocurrió que podían estar también buenos con salmón ahumado.
5 Otra combinación: un trocito de piña, el palmito encima y una gamba (o langostino) pasada vuelta y vuelta por la sartén.
Estos guerreros galos de 15 mm los a pintado Cesc, así que como podéis ver, manipular cosas pequeña para él no tiene secretos.
Sí señor, un placer verlos en acción.